Spartacus Ultimate 50ml - A&L

Description

Un líquido afrutado, con poderes intensos

En el año 480 a.C., la guerra entre los persas y los griegos estaba en su apogeo. Para llevar a cabo esta batalla, las grandes ciudades griegas decidieron unir fuerzas con las de Esparta.

Pero, mucho más poderoso, el ejército persa fue ganando terreno y pronto se encontró a las puertas de Esparta. En un intento de contrarrestar sus ataques, un prominente gladiador se unió a las filas de los espartanos. Este guerrero indestructible luchó con tal fuerza sobrehumana que redujo, con una mano, a cada enemigo en su camino.

Pronto, su destreza atrajo la atención del rey espartano Leónidas, quien lo convocó para conocer su secreto. Espartaco entonces le reveló la existencia de una poción con propiedades extraordinarias. Compuesto por jugosas nectarinas, limones agrios, pero también un toque de frescura, su intensidad afrutada sería tal que daría fuerza y coraje a cualquiera que lo probara.

Una combinación potente: nectarina, limón y frescura!

Asombrado por esta noticia que daría una ventaja considerable a los espartanos y a los griegos, el rey Leónidas envió a Espartaco a pedir todos los ingredientes necesarios para la elaboración de esta receta milagrosa, acompañado por los más valientes guerreros y aromaticios de la ciudad.

Desafiando tormentas y enemigos, este pequeño batallón se dirigió a las fronteras de las tierras espartanas, en un lugar tan duro y frío que ninguna planta pudo resistirlo, excepto dos. En el centro de esta extensión helada y desértica, dos árboles se pararon con orgullo, embalsamando el aire con un dulce aroma afrutado.

Después de recoger algunas de sus frutas, estos valientes exploradores pronto regresaron a Esparta, cargados de deliciosas nectarinas fragantes y limones deslumbrantemente amarillentos. Meticulosamente, prepararon litros de este elixir, que distribuyeron por cientos a todos los habitantes y guerreros de los alrededores.

Incluso cuando la guerra terminó, esta receta continuó transmitiéndose de generación en generación, llegando pronto a manos de nuestro Panda, quien decidió, por supuesto, compartirla con toda la vaporosfera a su vez.